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La Diócesis de Tepic es una jurisdicción eclesiástica católica que comprende una gran extensión del estado de Nayarit y una pequeña fracción del estado de Jalisco, México. Su historia se remonta al siglo XIX, cuando fue erigida como vicaría apostólica en 1881, desmembrada de la Arquidiócesis de Guadalajara. Más tarde, en 1891, fue elevada al rango de diócesis. Su sede episcopal se ubica en la ciudad de Tepic, Nayarit. A lo largo de su historia, la diócesis ha jugado un papel crucial en la vida religiosa, social y cultural de la región, promoviendo valores católicos y contribuyendo al desarrollo de la comunidad. Los obispos que han dirigido la Diócesis de Tepic a lo largo de los años han enfrentado diversos desafíos, desde cuestiones pastorales hasta asuntos sociales y políticos. Han trabajado para fortalecer la fe católica entre los fieles, así como para abordar las necesidades de los más vulnerables en la sociedad. Hoy en día, la Diócesis de Tepic continúa desempeñando un papel activo en la vida espiritual y social de la región, brindando apoyo espiritual, educativo y de desarrollo a través de sus parroquias, instituciones educativas y proyectos pastorales. Su legado histórico y su compromiso con la fe y el servicio siguen siendo fundamentales para la comunidad católica en la instauración de la Civilización de Amor.
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Monseñor Luis Artemio nació el 28 de abril de 1949 en San Antonio Tultitlán, Estado de México. Ingresó al Seminario Conciliar de Texcoco en 1961 y continuó sus estudios en Durango hasta 1973, recibió el diaconado en 1973 y luego el presbiterado en 1974. Durante su ministerio, ocupó varios roles pastorales y académicos, incluyendo la enseñanza de Filosofía y el desempeño como párroco en distintas localidades. Obtuvo una licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana y un diploma en Sagrada Escritura en Jerusalén. También se formó en Filosofía y Derecho Canónico en instituciones mexicanas y romanas. De regreso a México, ocupó diversos cargos diocesanos, incluyendo el de Vicario General en la Diócesis de Texcoco. Cuando la sede episcopal de Texcoco quedó vacante, fue nombrado Administrador Diocesano. Posteriormente, bajo el liderazgo de Monseñor Carlos Aguiar Retes, volvió a ser Vicario General y más tarde Rector del Seminario Diocesano. En el año 2003, fue designado como el primer Obispo de la Diócesis de Valle de Chalco, siendo consagrado ese mismo año. Fue nombrado como VIII Obispo de la Diócesis de Tepic, tomando posesión el 30 de marzo del 2012.
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